Día 21: Ocúpate en tu Salvación

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“Por tanto, amados míos… ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor”

(Filipenses 2:12)

La tendencia a culpar a otros por nuestros actos es tan vieja como la existencia del hombre y la mujer.. En Edén lo que hubo fue un verdadero festival de excusas y endosamiento de culpas.

La reacción de Dios dejó claro que, si bien puede haber influencias poderosas en nosotros, nadie puede huir de su propia responsabilidad ante Él.

La historia de Rut nos muestra el poder de Dios que actúa poderosamente, pero ese poder fue desatado por decisiones personales. Hubo cosas que ni Rut, ni Booz, ni Noemí pudieron manejar, pero cuando sí pudieron hacerlo tomaron las decisiones correctas ¡y Dios hizo lo demás!

Amigo(a), la condición de tu vida espiritual tiene un solo responsable, y ése eres tú mismo(a). Por esa razón, la cuenta que se nos pedirá en el cielo será personal.

“De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.” (Romanos 14:12)

Si te engañan, si no te levantas luego de una caída, si no perdonas, si no oras, si no lees la Biblia, si no recibes bendición, si no sirves, si no asistes a la iglesia, si no participas en tu Grupo Pequeño, si no creces en tu andar espiritual, es responsabilidad tuya y de nadie más.

Las excusas son un engaño que te servirán sólo de este lado del cielo. Cuando estés ante Jesús, te aseguro que nadie estará junto a ti, Dios no va a permitir a nadie más en esa conversación, será una audiencia privada. Las preguntas serán personales y directas, y se esperarán respuestas personales y directas.

Ni tú ni yo somos responsables por las circunstancias en que nacimos o crecimos. Puedes ser que tampoco seamos responsables por las circunstancias que estamos viviendo hoy, pero sí somos responsables de la actitud que asumamos y las decisiones que tomemos a esas circunstancias.

¿No es eso lo que nos enseña Rut y Noemí? Hacerse cargo, no de las circunstancias, pero sí de las decisiones a tomar.

En Chile somos muy buenos para culpar a otros o para esperar que otros cambien mi situación. El presidente de la república se vuelve una especie de Mesías que vendrá a salvarnos y a resolver todos nuestros problemas con sólo darle nuestro voto. ¡Bueno, eso es falso! Y lo mismo ocurre en la vida espiritual. Me siento agradecido y orgulloso de ser tu pastor. Oro por ti más de lo que imaginas y trataré de estar siempre que me necesites. Pero hay cosas que sencillamente no podré hacer en tu lugar. Hay decisiones que no podré tomar, ni responsabilidades que no podré asumir.

Así que ya no sigas culpando a otros o esperando la iniciativa de otros. Levántate y ocúpate de tu salvación.

CRECE ICLAM

~ por iclamchile en 12 octubre 2009.

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